Las primeras Juntas (no digo gobiernos) no fueron un acto de fidelidad al Rey, y menos fidelidad heroica. Existía otra manera de retomar la tradición política hispana frente a unos Gobiernos absolutistas que se habían alejado de ella, como mostraron el Reino de Navarra resistiéndose al absolutismo, los realistas renovadores peninsulares, y después el Carlismo. Tras olvidar que Río de la Plata era parte de España, y tras amalgamar deseos ocultos con ideas tradicionales e innovadoras, se cayó en la impaciencia e improvisación, se ignoró las instituciones existentes, y se relegó al rey para luego negarle. Durante largas décadas, la minoría emancipadora, ajena y contraria inicialmente al pueblo bonaerense, no pudo llenar el vacío y evitar la crisis.
--- José Fermín Garralda Arizcun, "Revolución y secesionismo en 1810 en Buenos Aires", 'Ahora Información', Nro. 105, julio-agosto 2010.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario