"Si la historia la escriben los que ganan, quiere decir que hay otra historia, la verdadera historia."

viernes, 4 de mayo de 2012

"¡América para los ingleses!"


En la parroquia anglicana de St. Agnes  —en Kensington Park, Londres— se organizó un proceso masivo de reclutamiento el 4 de mayo de 1817, emprendido por Luis López Méndez, agente personal del "libertador" Simón Bolívar, autorizado por el Gobierno británico y auspiciado entusiastamente por el vicario de St. Agnes, el Rev. Henry Francis Todd. 

En diciembre de ese mismo año, cinco contingentes voluntarios se embarcaron para la América del Sur. 

Pocos meses después desembarcan en la isla de Margarita, el 21 de abril de 1818. El Estado Mayor británico estaba compuesto por los coroneles McDonald, Campbell, Skeene, Wilson, Gilmore y Hippsely, y el mayor Plunket. El continengente anglo-bolivariano contaba con un total de 127 oficiales, 3840 soldados (entre lanceros, dragones, granaderos, cazadores, rifles, húsares y simples casacas rojas), y el apoyo naval de las cañoneras HMS "Indian", HMS "Prince", HMS "Britannia", HMS "Dawson" y HMS "Emerald". 

Uno de los primeros alistado había sido el teniente Thomas Charles Wright, de 29 años de edad entonces, quien años más tarde describió sus experiencias en el libro Reminiscenses of the English officers, publicado en Londres en 1862. 

En su mejor momento, en 1818, la Legión Británica contaba con cinco mil hombre de armas. Pero, para junio de 1821, su número había descendido a mil cien. 

Los integrantes de la Legión, no sólo murieron en combate, sino también por efectos de la fiebre amarilla,  las enfermedades tropicales, y mil privaciones. 

En abril de 1818 los británicos de Bolívar participaron heroicamente de la Campaña del Apure. Más de 300 hombres perecieron en julio de 1819 en la titánica avanzada o “Paso de los Andes” para tomarse Santa Fe de Bogotá, capital del Reino de la Nueva Granada. 

Después de su heroica actuación en la batalla del Pantano de Vargas, en 1819, la Legión Británica fue rebautizada con el nombre de Batallón Albión, con el que pasaría a la historia. 

Fueron también veteranos de las batallas de Boyacá el 7 de agosto de 1819; de Carabobo el 21 de junio de 1821, y de Bomboná el 7 de abril de 1822. 

Los integrantes del Batallón Albión provenían de Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda, y eran anglicanos y presbiteranos en su inmensa mayoría, excepto algunos irlandeses que eran católicos liberales.

Tuvieron un papel protagónico en la batalla de Pichincha.

A fin de completar la conquista territorial, el general insurgente Sucre desplegó sus fuerzas hacia la Región Andina, en febrero de 1822. Con victorias progresivas, en mayo ya estaba en los arrabales de Chillogallo y Turubamba, al sur de la capital de la antigua Audiencia de Quito.

Descubierta su presencia el 23 de mayo de 1822, la defensa del jefe realista Aymerich se aprestó a dar batalla. En la madrugada siguiente, el Batallón Albión  —reducido ahora a 443 hombres— avanzó a Iñaquito.

Se convirtió así en indispensable para asegurar la victoria en Pichincha, puesto que, mientras Sucre y sus batallones se encaramaban el Cruz Loma, frente al Panecillo, en condiciones de desventaja, los ingleses avanzaron hasta el Ejido norte de la ciudad. Atacando desde allí a los realistas, demolieron su resistencia, impidiendo cualquier posibilidad de escape de los heroicos legitimistas. Cortaron para ello las líneas de abastecimiento con Pasto "la Leal", fuertísimo reducto realista en el norte de la América del Sur.

El empuje y valentía de los británicos hicieron que al mediodía se proclamara la victoria total. Diecisiete bravos del Albión perdieron su vida para "liberar" a Quito. A regañadientes y a punta de pistola, los frailes mercedarios fueron obligados por los insurgentes a sepultarn en la cripta de San José, del Cementerio de El Tejar, a los herejes fallecidos ingleses. Algunos años más tarde, fueron exhumados y re-enterrados en un campo baldío ubicado al norte del Churo de la Alameda, detrás de la iglesia de El Belén.

Entre las bajas británicas se contaron 46 mutilados de guerra, cuyos nombres constan en los partes de guerra. En Pichincha, dirigió al Albión el coronel John Mackintosh, quien fue ascendido y condecorado por su valor, junto a todo su Estado Nayor: el Tcnl. Thomas Mamby, el Cap. George Laval Chesterton y  los Ttes. Francis Hall, James Stacey, Lawrece McGuire, Peter Brion, John Johnson y William Keogh.

Bolívar y Sucre dieron a los británicos que así lo quisieran tierras donde afincarse y el derecho absoluto sobre su propiedad. Asimismo se les aseguró el culto protestante y la fundación de logias masónicas.

Medalla Conmemorativa de la Legión Irlandesa

No hay comentarios.:

Publicar un comentario