Después, muchos criollos, indios y mestizos se alzaron en armas contra las nuevas Repúblicas de México, Colombia, Perú, Chile y Argentina, luchando por la fe católica y por la vuelta de la soberanía española, hasta que la bandera de la cruz de Borgoña fue definitivamente arriada en el campamento de El Alamito, en Argentina, ocho años después de la batalla de Ayacucho.